martes, 11 de mayo de 2010

Memorias de una taza de Café

Este juego macabro que nos ha jugado el destino, nos junto para convertirlo en muchos de mis sueños. Si pudiera volver el tiempo no repetiría el mutismo insípido que nos invadía.
Por semanas sentada contemplando una taza de café, en esa espera por él… La gente degustaba de un café, de los gustos que deseaban, con una o dos sobres de azúcar. En esa espera tuya tal vez recordaba lo que hemos pasado, lo bueno y lo malo, tu sonrisa y tal vez tus ojos, tus labios recorriendo mi cuello y la excusa de un café para vernos sin remedio.
En una de esas esperas, pude precisar lo que sentía por ti y dejarte ir fue la mejor manera de seguir; dejando los asuntos marcados sobre la mesa admiraba nuestro alrededor y aceptando los defectos de los dos… Volviendo aquella despedida un poco dramática y aquel último beso sincero y profundo que nos dimos, era el último de nuestro destino, supuestamente. En ese momento el día no marcada segundos pero hubiera podido contar los granitos de arena y aun así quedarían horas de luz para seguir disfrutando de aquella despedida por un café.
Durante semanas mi recorrido era el mismo de los días martes, era pasearse por aquel lugar tornándose costumbre. Cada martes acompañado de aquel café mañanero.
En medio de esas mañanas acompañados de una taza de café, nuestras diferencias pudimos aderezar, risas pudimos sacar, besos que se repitieron sin pensar, conversaciones a través de nuestras miradas, todo eso en una mañana calurosa en Caracas… Endulzaste ese café tan marrón como el tronco frio de los arboles, endulzabas mis labios con el roce de los tuyos, la vía láctea mostraba las estrellas en el silencio de nuestras palabras.
En ese momento el desorden de mi corazón me confundía y el miedo a perder el control, me puso penosa, al saber que ya no hay paredes en los salones en donde hemos escrito lo que hemos vivido clandestinamente durante estos meses y gracias a un café las diferencias se vuelven vulnerables a lo que sentimos desde hace tiempo.

2 comentarios:

  1. ¿ Por qué serà que el escribir y el café se llevan tan bien ?
    Simpática foto .
    Saludos.

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  2. recuerdo.. cuando me compre mi cd de seether..

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Escrituras que dejan sobre ti