miércoles, 26 de enero de 2011

C.A.N.T.A_me

Son aquellas canciones escritas sin decir nada,
proporcionando locura,
ya sea tarareando rimas,
poemas garabateados con una melodía de amor.
Cuando un músico muestra su talento
por medio de sus manos,
mezclando acuerdos
con formas melódicas de versos furtivos.
Una canción con miles de palabras
Unas letras dirigidas a ti
Unas prosas hechas por mí,
canciones locas
que muestran la demencia de un Universo Monótono…
solo para dirigirme a usted.
Aquellas canciones que escribí,
donde nos encontramos
con suaves notas surcados en el amor.
Extraños vagando por el pasillo,
personas que se atreven a decir,
en voz alta, sin vergüenza,
mostrando pasiones de primavera,
la brisa fría que todavía se muestra de aquel invierno.
Exhaustos entre sabanas,
me cantas, me hablas,
con notas o melodías que se desean corregir
que dejaron marcas en nuestras vidas.
Yo no canto, no me dieron ese dote,
solo escribo cosas sobre ti.
A veces no puedo terminarlas,
me hacen falta palabras,
cuelgan en mi cabeza,
divagan en mis recuerdos
y a veces danzas en mi memoria.
Trato de escribir canciones para ti,
escritas por mí…
Pero no soy músico, solo hago intento de rimas

viernes, 14 de enero de 2011

... Yo Solo queria conocerte!


A veces, solo a veces el clima cambia, nos encontrábamos a 72º grados, la arena caliente escurridiza por nuestros pies descalzos, el sol tan ardiente que nos penetraba; este era el día perfecto para conocerte.
Las conversaciones furtivas, girábamos sobre nuestros talones, tan lejos de la realidad como de la tierra; al mismo instante contemplábamos el atardecer desde tu carro, sin tocarnos, las palabras se convirtieron en esta guía de una puesta de sol. Al anochecer se podría decir que ya teníamos algo… Entre la multitud, nosotros brillábamos, eras la droga perfecta para no dejar de descubrirte intensamente por medio de tus ojos cafés, que te delataban sin remedio.
Cantábamos Aerosmith, mezclábamos tu vodka con mi cafeína, hacíamos extrañas pausas donde las conversaciones se hacían por medio de nuestros ojos, pensaba que estaba fuera de tono, pero no era si… es que yo solo quería conocerte. No existía ningún otro sitio más apacible que en el lugar donde estábamos, no había prisa, no quería decir buenas noches y Adiós. No había lugar perfecto como este, ya la luna era nuestra cómplice en esta historia donde solo quería conocerte.
Yo quería disfrutar el momento, tal vez al amanecer todo terminara y por eso necesitaba conocerte. Que me tatareatas, yo te hablaba de mis historias y experiencias nulas, tal vez besarte y tú que me contemplaras. En fin solo disfrutarte por un momento.
Nuestra canción ya sonaba en la radio, querías compartir el abrigo de tu cama, conociéndonos sin tocarnos. No escribo poesía, solo escribo sobre ti. Nuestros amigos se despedían y la mañana ya estaba en camino. Solo deseaba que me pidieras que me quedara hasta que el sol del día nos azotara con los primeros rayos de un amanecer. Me cautivaste y nuestro vodka se terminaba, es que no había lugar perfecto para conocerte.
Y fue así; ese fue el sitio y lugar perfecto para descubrirte, definirte. Y definitivamente llego el Adios, y con un beso termino esa noche de lujuria y locura


… En fin… Yo solo quería conocerte

sábado, 8 de enero de 2011

A nameless Face


Al otro lado de la pared,
te convertiste en mi tentación,
así comenzó mi frustración,
el cariño de una habitación.
Rompiste aquella banda de goma
que me cubría en algunos amaneceres.
Pero tú eres un recuerdo,
te adoraba absolutamente,
colgándome de tus manos
y a la vez sujetándome de las miles de cuerdas que te entrelazaban.
Eras tú el dueño de mis des-ilusiones,
eras tú mi camino de regreso,
el beso furtivo en un estacionamiento,
las lagrimas que de mi corazón brotaban en los delirios de abril.
Convirtiéndote en la causa de mis tarde/noche confusas.
Te caracterice como un rostro sin nombre/un recuerdo sin nombre.
Vivías de los amuletos de religiones extrañas,
con tu suerte y con el café que te identificaba…
Y de igual manera me mirabas,
y me matabas con esos ojos tuyos,
tan cálidos que de alguna manera deli-vitaban mis sentimientos,
vulnerables a tus tonterías.
Pero en el pasar de las noches te busque y no te encontré;
pero es así, ya ni recuerdo tu rostro,
ni ese lunar que se posaba en tu mejilla.
Rompí tus fotografías, fui olvidando tu sonrisa,
y tal vez aquellos sueños que me decías.
Realmente no hay nada malo en ello,
porque ya no estás en mi camino…
¿Quién podría preguntarme por ti?
Si todo esto es culpa de mi amnesia de recuerdos olvidados.
Olvide ese amor, se me escapo de las manos
y te convertiste en un recuerdo sin rostro.
Trate muchas veces de recordar tus ojos,
hice pequeños pellizcos de cirugías estéticas de mi pasado,
pero es que mi cerebro colapso de recuerdos.
Solo el susurro de tu voz,
colada con algunas de tus palabras que a la vez las escuchaba lejanas;
dijiste que siempre permanecerías… Pero así mismo tomaste distancia
…Y entonces con el tiempo olvide tu nombre,
tu rostro; solo sé que estuviste,
es el único recuerdo sensato que tengo sobre ti.
…Fuiste causa de mi confusión. Te mudaste a un rostro sin nombre.

jueves, 6 de enero de 2011

El silencio de un escrito

Te recuerdo como eras a finales de Noviembre,
eras tan impredecible, misterioso,
tus ojos delataban la llama de algún crepúsculo que querías mostrarme.
En una oscura habitación tus brazos enredados en mi cuerpo,
como una enredadera difícil de desatar.
Tu voz era la calma, tu lengua saboreaba,
y tu mirada hablaba lentamente saciando tu sed ardiente.
Esos ojos que se mostraban con la similitud de un lucero,
sentías los gemidos, viajando tus manos sobre mi cuerpo,
sabiendo la vía perfecta.
No hacían falta palabras, tus manos hablaban,
tus ojos saciaban y mis gritos te gustaban.
Dormidos entre las sabanas azules,
revivíamos los recuerdos,
el tiempo delgado y silencioso.
Aquellas caminatas por las míseras avenidas,
tan efímeros; tus caricias persistentes.
Pero el silencio siempre fue nuestro mejor compañero…



Entre nosotros todo era silencio!