sábado, 19 de diciembre de 2009

AQUELLOS AÑOS LOCOS


Mas de las 10 y el sol esta por aparecer iluminando este mundo que se mutila entre todos y con mí café y mí maquina de escribir empiezo a expresar lo que mi corazón grita desde la madrugada de ayer.
Comprendamos algo muy sencillo, que en la vida suelen juntarse diversas historias sintiendo y entregando, mirando y aguantando, torturando y esperándote y sin querer aparece un viento en medio de mis pensamientos, azotando mi piel y tocando casi mis huesos como si alguien tirara de ella… Pensando en los sueños de primavera, recordando los deseos y las ilusiones rotas en esa infancia placentera, de esos pocos canales que miraba de pequeña, soltando esas sonrisas tiernas de aquellos años locos, en donde tenia mucha ilusión de ser mayor que imitaba a mis ídolos en un salón, ser princesa de aquel príncipe que no apareció, tener alas, y pertenecer a ese cuento de hadas que ahora me hace falta.
Miradas intensas, una sonrisa contagiosa, y una niñez cautivadora. Sonrisas salían por doquier, y esa ilusión de un regalo los envolvió sin querer, demostrándonos alegría e inocencia, la música los cautivaba, muchos se quedaron entre la melodía de un copas, el deseo y el júbilo los cautivaba y sin querer nos alucinaba, dichosos con semejante labor, y llevarle a un sonrisa a ese niño que me cautivo
Quisiera volver a tener esos amigos imaginarios que me entretenían y viajaban a un mundo sideral. Volver a esa vida de un misterio inocente, de una dulce mentira y una verdad con mis amigos de escuela, de un abrazo de papa al llegar de trabajar, y un buenas noches al apagar la luz de mi habitación.
Puedo seguir armando ese rompecabezas de mi vida, estimulada por esos niños de un hospital de una cuidad de ensueños, con la opción de concluir que la mejor etapa son Años Locos que recuerdo en aquellas noches chifladas de sequía.

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