miércoles, 21 de octubre de 2009

ELLA Y EL


Un sueño aparente, una sensación que ayuda con sus dudas, un motivo para miles de preguntas… Solo él sabe sus deseos y pensamientos constantes.
Ella viaja para aclarar sus sentimientos, buscar sus deseos; y por medio del inmenso mar azul, la brisa y el salpiqueo del mismo la ayuda a crear una balanza con sus cosas buenas y sus cosas pesadas.
Mientras él la piensa y la recuerda, aunque también se aferre a otros labios mientras ella llega.
Ella se acuesta temprano para la mañana siguiente caminar y ver ese amanecer que la asombra sin querer; camina varias cuadras recordando su estado, a ese tonto que no lo borra ni a balazo.
El se acuesta de madrugada, chateando o callejeando, se queda en la ciudad pensando, tal vez recordándola y esperando una señal de ella, sea por face o por cel.
Ella disfruta en una isla acompañada de bebidas afrodisíacas, mientras él solo toma café en las tardes de ese mes.
Ella se distrae escuchando miranda, mientras él se droga en las letras de Arjona. A ella le quedan pocos días para terminar de aclararse y solo sabe que lo extraña sin cesar, que lo recuerda cada momento, cada instante. Él solo espera con ansias ese día de clases, tal vez para volver a la rutina estudiantil, pero no sabe que pasara al volverla a besar. Ella lo quiere sin condiciones, ni medidas, lo quiere bonito, para estar con él por toda la eternidad. En cambio él solo se relaja y vive el momento, solo sabe que la quiere pero no se decide en ese momento.
Ella llega y lo llama para verse, y el contenta y la saluda amenamente, diciendo un “te extrañe” mientras ella responde “yo también”; se deciden ver en la tarde de un domingo en la central, al verlo de nuevo ella siente su corazón en la garganta, mientras él da una mirada tierna y una sonrisa soñada.
Después de tanto hablar el beso vuelve a pasar entre ellos, la pasión y lo que sienten se demuestra en ello, solo que ambos no terminan de decidir esos sentimientos y sin querer la historia prosigue sin miedo a perderse.

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